17 Feb 2016

La repostería: ¿pasión o interés?

La repostería: hay muchos caminos para llegar a ser un excelente repostero.

Que tengas o no éxito en lo que haces está definido por descubrir si nos movemos por el interés económico o bien por la pasión que sentimos. Las dos opciones son válidas. En este artículo descubriremos juntas cuál de estos caminos es el que nos mueve dentro de la repostería. Analizaremos cada una de estas opciones y nos daremos cuenta en cual nos vemos reflejados.

Comenzar la casa con sólidos cimientos

La cocina y la repostería han estado en mi desde que tengo uso de razón. Haciendo memoria mis primeras comidas las he realizado a partir de los 10 años. Con 14 años, ya tengo muy presente realizar los bizcochos el domingo por la tarde para la familia. Recuerdo un bizcocho en donde le hacia una cobertura con almíbar de limón que es realmente delicioso. No era de hacer cosas nuevas o de inventar sino que seguía las recetas que veía en libros, revistas o que me daba la madre de alguna amiga y repetía lo que se me daba bien. Continue haciendo tartas y postres de forma amateur, no me plantee trabajar en ello, era algo que me salía de forma natural, estaba allí, dentro de mi.

Ahora, ya profesionalizada, todo eso persiste. No soy una gran inventora sino que me ciño exacto a las recetas de profesores o reposteros prestigiosos que me gusta seguir. Si bien quise comenzar con lo que a mi me sucedió, es solo para que veas que no siempre es tan fácil darse cuenta que te quieres de dedicar a ello. Yo estudie otra carrera, que ahora adapto a lo que hago pero que no tiene relación con la cocina. Recién con 40 años decidí moldear esa pasión que sentía por el dulce. Nunca pensé que era tarde, todo lo contrario, cada día que pasa me entusiasma más lo que hago.

Por otro lado les contaré otra historia. Cuando comencé a implementar los cursos de creación de empresa de repostería creativa, estábamos en un momento en donde era un boom total. Al realizar la entrevista con el potencial alumno, para saber si realmente querían comenzar con esta profesión, en un gran porcentaje las respuestas con las que me encontraba eran:

  • «Es un buen negocio, todo el mundo lo quiere o lo consume…»

  • «Se me da bien hacer tartas o cupcakes, entonces quisiera probar…»

  • «Lo quiero hacer porque es el negocio del momento…»

  • «Es que me he quedado sin trabajo, cómo se me da bien la repostería y las manualidades me voy a animar…»

Lamentablemente estas no eran las respuestas correctas. Uno trata de persuadir o bien de indagar más profundo para descubrir si el talento estaba oculto. Muchas veces se tiene una venda en los ojos e insiste en querer hacer algo dejándose llevar por la moda del momento. Por ello vamos a ver si realmente tienes talento para la repostería creativa o sientes pasión por la repostería.

Este es un paso imprescindible para saber si a lo que te vas a dedicar en un lapso de tiempo o bien para el resto de tu vida es lo más indicado. Esta ocupación va a sacar de ti tus capacidades. Estas son precisamente las herramientas que te permiten hacer lo que has venido a hacer a este mundo para ser feliz.

Como dije anteriormente, no siempre es fácil ver cuáles son nuestros principales talentos, hay que hacer un esfuerzo para descubrirlos. Para facilitar este descubrir, vamos a clasificar de forma genérica 3 tipos de talentos que todos tenemos.

1. Tus Talentos Evidentes

En este apartado podría servir como ejemplo lo que hemos hablado arriba, en donde yo me encuentro y aunque me demore tiempo en entenderlo, ahora si me siento fluir en lo que hago.

Es el más fácil de identificar, ya que es el talento que tienes y sabes que lo tienes. Te darás cuenta porque son las habilidades más evidentes desarrolladas de forma natural y consciente.

En nuestro caso debes cocinar, hacer tartas, manualidades, pintar y que se te disuelva o esfume el tiempo cuando estas en ello. Saber que lo haces bien y entender, reafirmar, positivamente que lo haces bien. En si aquí no tenemos que hacer grandes descubrimientos, solo trabajar para potenciar tanto como quieras y puedas.

2. Tus Talentos Ocultos

Es el talento que tienes, pero sin ser plenamente consciente de ello. Son aquellas habilidades que los otros ven perfectamente en ti, pero tú no. Cuántas veces te habrán dicho lo bien que haces los cupcakes, las galletas decoradas o las tartas y no terminas de creértelo.

Hay dos motivos principales por lo cual no lo ves:

  • Simplemente no eres consciente de tenerlos.
  • Crees que es normal tenerlos. Quizás sabes que tienes una determinada habilidad. Para ti es tan normal que crees que todo el mundo la tiene. No te das cuenta de que la mayoría de la gente no la tiene y de que esto te hace especial.

Para saber si tienes talento oculto en la repostería, puedes preguntar a personas que te conozcan qué capacidades ven en ti o las que creen que tu tienes. No vayas directamente a preguntar si el postre que hiciste el sábado estaba bien ya que, lo más probable es que te digan que si, las mentiras piadosas siempre están, lo mismo que el amor de padres y abuelas. Seguro que te llevas más de una sorpresa.

3. Tus Talentos Potenciales

Son aquellos talentos que tienes poco desarrollados y te frustra que sea así. Por ejemplo, crees que no puedes forrar una tarta con fondant y te gustaría poder hacerlo como en aquella tarta que viste en una revista. O crees que tienes poca paciencia, y querrías tener más.

Es posible que pienses de forma negativa, que esto siempre es así y contribuyes a que tu subconsciente te intoxique señalándote todas las capacidades que no tienes. Pero, muy probablemente, por no decir la mayoría de las veces, esto no es cierto. Seguro que hay muchas habilidades que no tienes y no piensas nunca en ellas. En cambio, hay otras que sí.

Pues bien, estas capacidades que tienes poco desarrolladas, y que echas de menos, son muy importantes. Tienen un gran potencial, porque si las trabajas, pueden llegar a ser tu talento más grande.

Los talentos evidentes y los ocultos son capacidades que tenemos de forma natural; no nos requiere ningún esfuerzo ponerlas en práctica, de forma que no las trabajamos mucho. Simplemente las usamos cuando las necesitamos y ya está.

En cambio, los talentos potenciales son una parte de nosotros que, si queremos llegar a aprovechar, tenemos que ejercitar a fondo. El deseo de tenerlos nos impulsa a hacer el esfuerzo de trabajarlos, y este esfuerzo puede hacer que florezcan enormemente. Pero tenemos que hacer el trabajo; si no, se quedarán dormidos para siempre.

Reflexión final

Te propongo hacer reflexión en torno a estas dos opciones.

  1. Ver si estoy en el camino correcto o bien sólo me mueve la necesidad, el querer ayudar a mi familia y que sea algo pasajero en mi vida… Como quien dice, tapar un agujero.
  2. Preguntar a la familia o conocidos sin tapujos y sin que te caiga mal su sinceridad que talentos ven en ti. Anota en una libreta todo lo que te dicen, normalmente los demás ven más en nosotros que nosotros mismos.
  3. Pregúntate si realmente estás dispuesta/o a hacer el esfuerzo de cumplir tus sueños. Piensa que según lo alto o grande que sea el sueño que tienes así será de proporcional el esfuerzo que debas colocar de tu parte.

Me encantaría que me cuentes como va el proceso en los comentarios de debajo.

1 Response

  1. Desde niña me ha gastado la cocina, sobretodo la repostería. Siempre hacía tartas y pasteles para las celebraciones familiares. Buscando cosas nuevas conocí el fondant y comencé a especializarse en repostería creativa, siempre desde una perspectiva de hobbie.
    Paralelamente mis estudios de administración de Empresas y mi vida laboral siempre ha estado enfocada a la contabilidad, gestión de Empresas y atención al cliente.
    Ciertas situaciones hicieron que en 2013 fusionará mi experiencia laboral con mi hobbie y creará Di-Tartas. Desde entonces sigo formandome en ambos campos para dar el mejor servicio y producto a mis clientes y Di-Tartas sea una empresa solvente.

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